About How I Met Ray
Ya eran más de las doce de la noche cuando decidí volver a mi casa, ya las nubes cargadas de lluvia amenazaban en el cielo, los insaciables relámpagos iluminaban la oscuridad; fue por esto que me apure en emprender mi camino, la calle se hacía interminable y solo retumbaban mis pasos, y a medida que me acercaba a mi calle, crecía dentro de mí una sensación que me hacía caminar más rápido sin mirar atrás. Solo cuando alcancé el gran árbol de Higuerón fue que me sentí a salvo, pero de repente divise una sombra justo frente a mí; Era Ray, el vecino de la esquina, con su rostro blanco cincelado entre las penumbras y sus increíbles rizos color castaño claro que ahora se veían negros gracias al negro de la noche.
Camine hacia él aunque no pretendía hacerlo, fue mi cuerpo que reacciono al verlo, en realidad mi cuerpo siempre había reaccionado cuando lo veía, y Ray lo sabía. Algo en su cara me decía que disfrutaba que yo hubiera dado esos pasos hacia él, estaba sentado en el pasto y me dijo en una voz calmada: -Hola vecino. En ese momento mi cuerpo tembló con solo escuchar su voz y de repente el aire era más denso y frio, -Hola Ray, -Le respondí -que haces aquí afuera tu solo?. –Solo fumaba un poco de hierba, ¿quieres? –Dijo Ray, - ya sé que fumas, he sentido el olor que sale de la ventana de tu baño y tu patio trasero. Se me acelero un poco el corazón pero acepte sus palabras, -tienes razón, fumo de vez en cuando, pero no me imaginaba que tú también lo hicieras. –le dije, estoy sorprendido. En ese momento ya me encontraba sentado a su lado, mirando hacia los árboles que eran iluminados por los relámpagos, “-que es lo que te sorprende? -Me preguntó.
En ese momento no sabía qué hacer, ni como continuar la conversación, Ray siempre había sido ese chico bonito que vivía en la esquina, todos en la calle lo conocían aunque era muy reservado, siempre saludaba a los demás, las chicas suspiraban por él e incluso yo suspiraba por él, pero lo veía inalcanzable ya que a pesar de viviamos en el mismo barrio nunca tratamos sino para responder los tipicos saludos de – “Hola, ¿comó vas?, adiós” – existiendo como el número dos en mi lista de tres donde habitaban esos deseos que se que quedaban como lo que son, deseo; por algún impulso, creo que con el apoyo del alcohol en mi sagre que me hace cometer locuras y ser atrevido, aproveche la situación y le dije “-Me sorprende que alguien como tu fume ; es que te ves tan … ¿sano? y dedicado a los deportes”. En la cara de ray se dibujó una sonrisa “ No seas tonto, las apariencias engañan, por ejemplo, yo nunca pensé que tu fueras tan cool, fueras a fiestas, ¿Qué estabas tomando? ¿Tequila?” en ese momento me sonroje, ¿acaso no sirvieron todas las mentas que me comí? ¿Por qué seguía oliendo a alcohol y cómo ray se había dado cuenta? “-algunas cervezas, y algo de tequila -le respondí”
Ray me paso el cigarro de marihuana y le di dos caladas, luego se lo devolví, “-lo siento Ray, aquí estas tu compartiendo tu hierba conmigo y yo no tengo alcohol para ofrecerte” –le dije. “no seas tonto, no te veo ninguna botella escondida en tus pantalones, la única forma de que me embriague es besándote hasta drenar todo ese tequila de tu boca” –dijo Ray. En ese momento mi cabeza comenzó a girar, ¿Ray había dicho realmente esas palabras, estaba bromeando o era en serio? En mi estómago sentía mariposas y me preocupaba que esas mariposas se convirtieran en vómito, pero era ese momento o nunca, tenía que hacer algo al respecto. “-sería de gran ayuda que me ayudaras con eso, ¿sabes? No quisiera que mis padres notaran que estoy ebrio” –le dije. Pero cuando quise girar mi cabeza para verlo, lo único que vi fue su camisa blanca a la altura de su pecho, detrás de la cual se escondían esos bellos pectorales, en ese momento Ray se veía más alto de lo que era, me sentía intimidado y mi corazón se quería salir por mi garganta.
“-bueno, tampoco quisiera que tus padres te castigaran, estar castigado apesta” –dijo Ray mientras se acercaba a mí. Ya en ese momento me sentía acorralado entre su perfecto rostro, sus grandes brazos y el gran árbol, vi como aquellos labios se acercaban a mí y a pesar de que quise prepararme para aquel beso que veía venir, mi cuerpo no reacciono y solo pude sentir sus dulces labios contra los míos. Quede en shock por uno o dos segundos, pero luego de asimilar lo que había pasado lo mire a los ojos, me pude dar cuenta que él estaba a la expectativa de mi reacción, mire aquellos labios, luego sus ojos y sin intercambiar palabras le devolví aquel beso, pero esta vez cargado de pasión y una intensidad que no había sentido nunca jamás.
En ese momento Ray paso a ser número uno en mi lista, aquel hombrecito que era solo una fantasía en ese momento era una realidad; sé que fue muy apresurado decirlo, pero sabía que lo amaba, y sabía que nadie iba a entender el raro amor que empecé a sentir por el desde ese momento, pero nadie nunca en mi vida me había besado con tantas ganas. En ese momento solo existía Ray, su boca, su cuerpo; para mí no existía nadie más, solo lo amaba a él, ya no me importaba su primo Jimmy, Ray lo superó en todos los sentidos, en ese instante me cuestione por qué había puesto a Jimmy primero que a Ray en mi lista. Ray siempre debió ser número uno.