Una noche, cuando salía de la universidad me tomé el micro para volver a casa, el viaje es de una hora y media, siempre llevaba los auriculares para pasar ese tiempo que a veces se hacía eterno.

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Generalmente me tocaba sentarme sola, pocos viajaban a esa hora pero ese día me tocó con un chico cerca de veinte años de edad, se la pasó un largo rato hablando por celular, y yo me puse los auriculares para no escuchar conversaciones ajenas.

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Unos diez minutos de haber andado el micro comenzó a dar vueltas por lo que el chico me preguntó si era el micro correcto que había tomado y yo le dije si, comentó que él siempre viajaba y nunca había tomado ese camino, le comenté que yo también viajaba todos los días y ahí comenzamos a conocernos. Éramos del mismo departamento por lo que yo le parecía conocida.

 

El micro paró en un galpón porque funcionaba mal, por lo que nos cambiaron de micro y seguimos. Hablamos todo el camino y por desgracia a él se le había perdido el celular, por lo cual no tenía como contactarme ya que no usaba ninguna red social.

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Pasó el tiempo y yo comencé a salir una hora más tarde por lo cual me lo crucé. Él generalmente se venía a esa hora y así pasó el tiempo y nos sentábamos juntos cada vez que nos cruzábamos.

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Le gustaba tomarme la mano, siempre hacía eso decía que tenía la piel suave. Una noche me acerqué hacia él y me abrazó. Al cabo de un rato se apartó un poco y quedó mirándome fijamente los ojos y de a poco se acercó a mí y me dio un largo y cálido beso. Me había quedado sin palabras.

 

Tanto tiempo juntos nunca me percaté que tenía alguna intención conmigo.

 

Fue un beso hermoso por el hecho de que me hizo sentir muchas cosas en segundos.

 

Luego dejé de cursar  y no lo volví a ver. No sé realmente que sentí, si fue cariño o amor, sólo sé que no dejo de pensar un minuto en él.

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