paraíso
Maira de 19 años se despierta junto a su hijo de dos años en su habitación de su casa en Taganga. El teléfono suena insistentemente y ella no atiende. Carmen, su madre le lleva el celular para que conteste. Habla con Thomas el papá de su hijo que acaba de aterrizar en Colombia. Muy pensativa va a la tienda a comprar una cuchilla de afeitar. Su familia muy ansiosa la ayuda alistarse para ir a verse con Thomas.
Maira se va en bus camino al hotel. Está muy nerviosa al llegar a donde Thomas que la está esperando en el lobby. Muy incómodos se encuentran y él ve por primera vez a su hijo. Entran a la habitación y Thomas tiene unos regalos para Maira y su familia. Ahí se lleva la desilusión de que Thomas no tiene ningún interés en reanudar su relación. Thomas quiere quedarse con el niño esa noche, pero ella prefiere llevárselo a su casa. Maira con desilusión se devuelve en un taxi a su casa.
Todos en la casa están esperando a Maira. Cuando ven llegar al taxi se inquietan y ansiosos salen a la puerta. Maira se baja del taxi, los saluda y saca los regalos de una bolsa para dárselos. Carmen se sienta en una mecedora muy resignada a abrir su regalo. Maira entra y se sirve un plato de comida, y sale a la terraza a sentarse al lado de su madre. La niña saca su muñeca y se pone a jugar con Estiven. Edilsa le echa perfume a la muñeca y le da a oler a Maira que sigue comiendo.